Sunday, August 11, 2013

Brownie in a mug

Hace una semana pensé que la gripe que me estaba fastidiando se estaba quitando y pronto podría volver a mi lab, terminar lo que me faltaba en la universidad, montar bicicleta, cocinar un montón y disfrutar mis vacaciones. Pues resulta que estaba realmente equivocada. Mi gripe resultó no ser gripe, y no se quitó. Empezó como una gripe y me ilusionó para después mutar en uno de esos monstruos que aparecen hacia el final de las películas de Resident Evil. En fin, llevo toda la semana con una fiebre oscilante que no me dejaba pararme de la cama, un dolor de garganta que no me dejaba hablar, tragar o respirar muy duro, dolor en todas las articulaciones (que mi doctor dice que son dolores de ejercicio, no sabe la fuerza que eso le da a mi flojita inerna) y en general unas ganas de morirme persistente. En fin, ¡no podía comer! ¿Saben lo que eso le hace a mi espíritu? Gracias a Nelson y su infinita paciencia y a mi mamá y su sopita de pollo, me mejoré y durante el fin de semana hasta logré salir de mi casa. A la farmacia claro... pero algo es algo.

Con todo esto, no he subido a mi lab, no he terminado lo de la universidad, mi bici sigue guardada y no he podido cocinar un carajo, mucho menos "disfrutar mis vacaciones". Bueno, eso no es completamente cierto, esta mañana ayudé a mi papá a hacer comida china. No podía estar parada más de 10 minutos y como a la hora me tuve que ir a acostar, pero hey... baby steps. Todavía no estoy segura si debía estar manipulando los alimentos de otras personas pero si Dr. Inmunólogo no tiene problema pues quién soy para preocuparme por esas cosas.

Así estaban las cosas la tarde de hoy cuando me antojé de un postre. Ahora, tengo chocolates por montón pero no quiero chocolate. Quiero un postre y un chocolate sólo no es un postre, es un chocolate. Tiene su propia categoría. Un postre es torta, pie, pudding, crepes, lo que sea. ¿Y ahora? ¿Que hago? No se si mi relación pueda sobrevivir pedirle a Nelson que busque un postre un domingo en la noche cuando venga a la casa. ¿Y después de cuidarme toda la semana? ¡Tampoco soy tan mala! Pero necesito un postre, pronto. Mi instinto me lleva a buscar por internet que me provoca y qué podría hacer con lo que tengo. Me provocan brownies (No esos, los normales) y hace tiempo que no los hago, ¿por qué no? Me paro a revisar la nevera y es obvio por qué no, es demasiado ambicioso. Ni de vaina tengo energía de ponerme a cocinar de verdad. No puedo cocinar en intervalos de 10 minutos.

Ahora, desde que empecé a seguir a Simply Recipes he guardado todas y cada una de las recetas. Son fáciles y se ven buenísimas. He hecho un par, una Ensalada de Melón y un Coctel de Camarones, las dos me han hecho muy feliz. Entonces cuando vi que pusieron una versión de brownie en taza dudé pero igual lo agregé. Dudé porque Brownie in a Mug es una de esas cosas que ves en correos en cadena y 9gag. Es algo que siempre está asociado a estudiantes universitarios que no tienen acceso a una cocina completa o a alguien que no cocina mucho o no tiene tiempo. Siempre que lo veía pensaba que era una linda idea pero hablando en serio.. a mi me encanta hornear! ¿Cuándo voy a estar en una situación que necesite un brownie hecho en casa y no pueda hornear al menos una bandeja pequeña? Bueno, aparentemente hoy. Y qué equivocada estaba. Recuérdenme no ser tan pendeja con la comida, brownie in a mug es una excelente idea y tardé demasiado en verlo. Es lo mismo que pasó con los moldes de silicón para hornear. Pensaba que era una tontería, que era sólo porque eran bonitos, bla bla bla. Cuánto tiempo de mi vida perdí engrasando moldes para que igual quedaran pegadas las tortas.




En fin, hacer Brownies en taza es absurdamente fácil. Tardas como 5 minutos, no ensucias casi nada y es divino. Supuestamente lo complicado puede ser ajustar el tiempo justo en el microondas, pero yo tuve suerte y con el tiempo recomendado salió perfecto. Cuando digo perfecto, lo digo en serio. Lo único que debo mencionar es que 1/4 de taza son 4 cucharadas. Midan todo en cucharadas y ni siquiera tendrán que limpiar la taza de medida, es fantástico.

Me daba un poco de miedo, como se cocina sin cubrir, que fuera a explotar y tuviera que limpiar el microonda, pero no pasó. Salió todo tan bien que en realidad tengo algo de miedo que algo vaya a explotar para balancear las cosas. Paranoica, ¿yo?

¿Voy a dejar de hacer brownies normales? No creo. Compartirlos es la mejor parte (Claro que no, comerlos es la mejor parte, pero eso suena lindo) En todo caso cocinar es terapéutico, y hacer brownies en taza es como hacer trampa. Pero, ¿para una emergencia como hoy? Con unas nueces y una bola de helado encima, es justo lo que me mandó en doctor.