Wednesday, October 9, 2013

#ALaUniEnBici Primeros dias

Dia 1, lunes: Si se puede señores! Me preparé bien, me levanté temprano para ir con calma. Quería salir temprano antes de que empezara el calor fuerte. Sabía que de ida era fácil porque iba en bajada saliendo de mi casa, esa es la pendiente empinada. Además el domingo monté un buen rato en el circuito Los Ilustres-Los Próceres así que sabía que no estaba taaaaan fuera de forma. Traté de dejar el bolso lo más ligero posible porque nunca había montado con peso encima, pero igual estaba lleno. Metí una camisa extra para cambiarme en la universidad si llegaba muy sudada. 


Mi compañero rompe espalda.

Me tardé como 20 min, aunque una buena parte del tiempo era en semáforos. No tuve problema con carros ni motorizados sino hasta llegar a la universidad. En la ciclovía había un grupo grande de personas tapando completamente el paso, pero con un permiso se quitaron muy amablemente. En un momento me adelantó otro ciclista y me le pegué atrás para ver como agarraba la calle otra vez y cómo atravesaba la Plaza las 3G, es la mejor forma de aprender. Frente a la entrada del clínico fue mi único momento tenso porque en el semáforo todos los motorizados esperan adelante (Como yo) y cuando arrancan pasan muy cerca. Además justo ahí se paran las camioneticas y es como complicado pero no es fin de mundo.

Llegué a la facultad todo bien, amarré la bici al cafetin de Danny y me cambié. Estaba bastante feliz. Todavía estoy buscando dónde encadenar la bicicleta, estoy probando lugares. En la tarde, como Danny cierra, me llevé la bicicleta a la escuela de Física y simplemente la tenía al lado mientras estudiaba. Me vieron un poco raro pero a nadie pareció importarle. Estaba cayendo un poco de lluvia pero parecía que iba a escampar entonces me quedé estudiando un rato. Escampó pero decidí esperar un poco más a que bajara el sol. Cuando me doy cuenta el cielo está negro…Ooops. Salí rápido para tratar de llegar a mi casa, pero ni de vaina, en Los Chaguaramos me rendí y llamé a mi mamá para que me viniera a buscar. Si soy una niña consentida. Felicitaciones por descubrir América en un vaso de leche. En mi defensa: El problema no es mojarse, el problema es que esa parte se inunda y es complicado (Por no decir peligroso) manejar en un lago de 10cm de profundidad. Peor cuando se levantan todas las alcantarillas y no las puedes ver. Gracias pero todavía estoy muy amateur para eso. Llegué a mi casa mojada y deprimida, pero bueno, mañana será otro día.
Nota del día: Estar pendiente de la lluvia.


Día 2, martes: Todo empieza bien, hoy llevé el bolso un poco más pesado y encima decidí usar mis Dr. Martins. Uno no siente la diferencia caminando pero pedaleando si  te das cuenta que usar esas vainas es como tener un plomo en cada pie. Hoy incluso salí en la tarde a hacer una diligencia en la Av. Victoria y me llevé mi bici, aunque es corto es más agradable ir en bicicleta que a pie. Me trataron bien, incluso un vigilante me dejó meter la bici porque no había un buen lugar para encadenarla. Hoy tampoco pude hacer el trayecto de regreso porque tuve que montar una demostración para mañana y terminé tarde. Ya estaba completamente oscuro y no me gustaba nada la idea, no sólo por la inseguridad si no porque no tengo luz de adelante. Tengo luz trasera para que me vean y tengo reflectores en las ruedas pero no tengo luz delantera y sobretodo la ciclovía no está iluminada. En fin, dejé la bicicleta en el laboratorio y llamé a mi hermano para que me buscara. De nuevo, América en un vaso de leche.


Nota de día: Comprar una luz delantera. No estaría mal una cadena más larga porque la que tengo a veces no alcanza.

Día 3, miércoles: Como no me llevé la bicicleta a la casa ayer me fui a pie en la mañana, pero si me devolví en bici. Aunque estaba haciendo bastante calor y el sol estaba fuerte, decidí salir temprano porque quería llegar a mi casa a hacer unas cosas, y además me daba miedo que me agarrara el cordonazo otra vez. Me tardo un poco más de vuelta por la subida de la muerte, además que prefiero irme por dentro de la universidad y salir por la parroquia que tener que irme por las 3G. Por las 3G tengo que cruzar el puente y dar una vuelta para volver a caer en la ciclovía, o meterme por la acera y hacer unos cruces medio ilegales. Prefiero irme por dentro de la uni y caminar mi bici por la parroquia. La subida me volvió a ganar, no llegué ni cerca pero creo que subí mas que la última vez y al menos esta vez no estaba cagada del miedo. Algún día lo lograré! Así como están las cosas llegué con el corazón en el piso y bastante sudada, pero llegué carajo! Espero que mañana si pueda hacer ambos recorridos.




Día 4, jueves: Por fin un día que logré los dos trayectos. Además hoy me fui en modo avanzado: en falda. Si, el calor está muy fuerte y los pantalones me fastidian. No era una falda corta claro, y con un ajuste técnico y un poco de cuidado es fácil evitar hacer un show por ahí. Pero vamos a hablar claro, la razón por la cual una mujer no quiere andar en falda en la calle no es porque se le levante y le vean las pantaletas, es porque quiere reducir al mínimo las miradas, los silbidos, los "buenos diaaaas", las vulgaridades y esos piropos que juran que se la están comiendo. Chicos, no lo hagan. De verdad. Es incómodo y es una falta de respeto. Pero como estoy decidida a montar bici no voy a usar pantalones que me incomoden por culpa del sexismo, y la verdad es que no fue tan mal. De hecho hasta ahora me parece que fastidian menos que cuando voy a pie, tal vez sea porque uno pasa rápido y no les da tiempo, tal vez porque es más inusual, no lo sé. Claro que hay miradas, pero no es tan grave. De regreso tenía mas tiempo y di unas vueltas para probar caminos nuevos y ver cuál es la mejor ruta. Salí directo de la facultad a Los Ilustres y agarré toda la vuelta legal sin bajarme de la bici, por detrás del Tropezón. Después en Ciudad Banesco di todo el retorno como los carros. Definitivamente ahí al final de la ciclovía no hay una forma fácil de agarrar hacia Bello Monte, te deja como en el medio de la nada. Supongo que cuando esté lista la parte que va hacia Plaza Venezuela será cómodo agarrar para allá pero de resto no. La subida bueno, llegué un poco más lejos pero venia cansada y tuve que parar un segundo. El final lo caminé igualito.

Nota del día: ahora me la paso viendo a cada lugar que llego dónde puedo encadenar una bicicleta.


Día 5, viernes: otro día completo, mañana y tarde. La mañana normal y fácil, cada vez lo hago más rápido. En parte porque pedaleo más rápido y en parte porque estoy aprendiendo la forma más eficiente de entrar y salir de la ciclovía y pasar los semáforos. Todavía estaba haciendo un par de cosas ilegales, como montarme en un pedazo corto de acera para evitar cruzar los 4 canales de tráfico y comerme un pedacito de flecha. Pero estoy decidida a ir completamente legal, los ciclistas tienen derecho a usar la calle como cualquier otro vehículo, pero con eso vienen también las responsabilidades. Mientras voy agarrando confianza manejando en la calle voy tomando menos "atajos". Hoy lo hice todo legal, en los únicos dos pedazos que son realmente fastidiosos para ir por la calle, porque hay que dar un vueltón, me bajé de la bici y caminé. Hoy tuve el placer especial de ver a la gente super trancada por la cola que se forma por los juegos, mientras yo iba relajada en mi ciclovía. Me dio un placer especial saber que el caballero que me dijo una idiotez desde su carro no se iba a mover 100m en la próxima media hora. Justo hoy le estaba diciendo a todo el que preguntara (Es lo que más me preguntan, ¿por qué será?) que realmente no me habían fastidiado mucho en la calle. Entonces naturalmente me tocaron varios idiotas en el camino de venida. Tal vez es que es viernes. 


Ahora lo más importante es que logré subir completo! Bueno, esa es la versión corta. La versión larga es que me caí, o mejor dicho "me bajé estrepitosamente de la bicicleta". La verdad es que al comienzo de la subida se me trancó un poco un cambio y perdí el balance y me caí a la acera para evitar un carro que me venía pasando. No fue una caída completa, ni un raspón ni nada, pero fue la primera caída en la bicicleta, lo cual considerando mi balance es casi un milagro. Me volví a montar y subí hasta que no pude más, un poco más que ayer. El corazón se me iba a salir pero después del tropezón estaba picada entonces respire profundo y me volví a montar... y llegué! De verdad! Llegué! Con escalas pero llegué! La señora que estaba en el quiosco me aplaudió y me dijo que me parara en las subidas que así era más fácil. Quería que explicarle que eso simplemente se salía de mis habilidades. Quería contare cómo he aprendido a pararme un momento para perdonarle un poco a mis nalguitas y a la otra el golpe en los huecos y policías acostados, pero que montar levantada esa subida completa, a esa velocidad, simplemente me era imposible por ahora. Quería contarle que tal vez en una semana o dos podría haber un buen avance. Pero como de vaina podía respirar simplemente le sonreí y terminé de llegar a mi casa. No me importa que devalúen, no me importa que la Vinotinto pierda otra vez, no me importan los idiotas en la cola. Llegué :) Feliz fin de semana!

#ALaUniEnBici... Mi experimento.

Advertencia: Esto no tiene nada que ver con comida y será extenso.

Desde hace un tiempo para acá he estado un poco obsesionada con las bicicletas. Nunca monté mucha bici cuando era pequeña, y seamos sinceros, nunca he sido una persona particularmente atlética. Pero igual me encanta la idea de montar bici por toda la ciudad. Por un lado es porque estoy harta de los carros. Los carros contaminan, son ineficientes y son un eterno dolor de cabeza: que no hay, que si hay pero no hay repuestos, el seguro, los motorizados, los malandros. Gracias pero no gracias. Por otro lado el sistema de transporte público deja mucho que desear, así que ¿por qué no una bici? No soy ingenua, obviamente no es una solución para todo el mundo, ni siquiera en mi caso me sirve todo el tiempo. Pero me toca hacer el experimento, ¿no?

Para aclarar algo, no estoy hablando de montar bici los domingos, o de hacer bicicross o alguna de esas cosas suicidas. Estoy hablando de ciclismo urbano. Hay mucha gente que sabe mucho más de esto que yo, y les recomiendo por ejemplo leer sobre los chicos de CicloGuerrilla Urbana y BiciMamis. Están en Facebook y Twitter, valen la pena. No he tenido ningún contacto con ninguno de ellos pero veo lo que postean y seguramente algún día me atreveré a ir a alguna de sus rodadas. (Por ahora estoy trabajando en el ciclismo, no mis deficiencias sociales thankyouverymuch.)

Volviendo al tema, el ciclismo urbano. Claramente Caracas no es una ciudad diseñada para los ciclistas. Estamos bastante atrasados en el tema, incluso comparados con Bogotá, Buenos Aires y otros por aquí más cercanos. Por un lado me imagino que es tema de costumbre, el precio del petróleo y eso. Por otro lado la topografía no nos ayuda pero ni un poquito. Si le agregamos a eso las fallas en vialidad, falta de ciclovías, inseguridad, imposibilidad de llevar bicicletas en el transporte público, etc. no es sorpresa que no estemos a la vanguardia. Pero hay razones obvias de más en contra de andar en bici, ¿qué pasa con las razones a favor? También hay varias. Cuidar el ambiente por un lado, es impresionante la cantidad de carros que van por Caracas con una sola persona, si podemos sacar unos cuantos carros de las calles, ¿no vale la pena intentarlo? Por otro lado tenemos eso de que es infinitamente más saludable andar en bici que andar sentado en un carro. También he leído por ahí que muchos trayectos en Caracas son de pocos kilómetros y a esas distancias es mucho más rápido llegar en bicicleta debido al tráfico. EL TRÁFICO! La congestión en el Metro! Vamos a estar claros señores, Caracas no puede con nosotros tanto como nosotros no podemos con ella. Es hora de buscar soluciones alternativas. Pero más allá de todas las razones lógicas, hay una un poco personal que no sé describir bien. Es como no dejar que la ciudad te gane. No dejar que la inseguridad, los motorizados, el sexismo y toda la porquería que uno vive en la calle te obligue a encerrarte en tu casa, yendo de un lugar a otro en tu carro tratando de interactuar lo menos posible con el mundo. El miedo a la ciudad nos encierra, y no se puede vivir así. Entonces un poco el tema de la bicicleta para mí es no encerrarme, no dejar que la ciudad me limite tanto, no dejar que el miedo no me deje vivir. Y si se preguntan por qué Sofía hace tanto ruido por un paseo de 20 minutos, es por eso.

De nuevo, no es la solución para todo el mundo, pero creo que poco a poco podemos hacer buenos avances. Ya hay algunos: el plan Caracas Rueda Libre, los colectivos como los que ya mencioné, etc. Básicamente el hecho de que cada vez más personas usen la bicicleta como medio de transporte urbano hace que la ciudad se vaya adaptando. Mientras más ciclistas haya en la calle, no sólo haciendo ejercicio sino personas normales en su vida diaria, mejor será la infraestructura que los acomode. Cuando los conductores se acostumbren a ver ciclistas compartiendo la calle con carros y motos será mejor y más seguro el trayecto para todos. En fin, es como mi sueño poder no depender de los carros, al menos en mí día a día. Y como con todos los sueños hay que empezar pequeño, por eso estoy haciendo este experimento. Si fuera una tesis se llamaría algo así como “Estudio y evaluación de riesgos para la implementación de la bicicleta como medio de transporte en la vida diaria de Sofia”. Como no es una tesis, lo llamaré #ALaUniEnBici en honor a #AlTrabajoEnBici que hacen los viernes.

Lo primero es que mis trayectos de lunes a viernes son simples: Casa – UCV – Casa. Hay algunos trayectos al IVIC pero como no tiene sentido subir la Panamericana en bicicleta voy a seguir dependiendo de mi papá, Nelson y los carritos de Plaza Venezuela para esos.

Tengo la buena suerte de vivir realmente muy cerca de la universidad, y la doble suerte de que justamente la ciclovía que acaban de inaugurar es una gran parte de mi recorrido. La única dificultad real es que de venida tengo una subida que por ahora está fuera de mi alcance. Las pocas veces que lo he hecho (Ok, las dos veces) me he tenido que bajar y subir mi bici a pie, pero espero que algún día lo logre.

Me compré la bici en junio, y empecé a montar poco a poco. No me atrevía a ir por la calle, entonces montaba los domingos por las vías cerradas y durante la semana en Los Próceres. No duré mucho porque me enfermé y no pude hacer ejercicio por un rato. En agosto fui a Londres y estaba decidida a usar una “Boris Bike”, las bicicletas que se alquilan. Me daba pánico porque encima de todos los miedos que tengo aquí, estaba el hecho de que no conocía muy bien las rutas y que seguramente rompía como mil leyes y me multarían aproximadamente un billón de libras. Finalmente mi prima me animó y un día me regresé a la casa con ella. No estuvo mal, aunque era como cargar un letrero en la espalda que decía “TURISTA”. Al día siguiente me armé de valor y lo volví a hacer yo sola. Pasé un buen rato investigando mi ruta y fui al mercado yo solita. Fue casi media hora y casi me muero porque no estaba totalmente curada, pero detalles…

Ahora que volví a Caracas decidí empezar a montar en serio. El último empujón que necesitaba era que Nelson se fue a Francia (again) por dos semanas, dejándome desamparada y sin cola a la universidad todos los días. Para ser totalmente sinceros si estuviera aquí tampoco me podría dar la cola a ningún lado porque el carro está accidentado. ¿Ven lo que digo de los carros? El punto es que tomar la decisión de ir en bicicleta a la universidad cuando él también va para allá en carro es como difícil. Pero es mucho más fácil cuando tu otra opción es caminar o agarrar un autobús. Ok confieso que mis papás me dan la cola muchas veces pero vamos a ignorar ese detalle por el bien de la historia.

Todo esto me trae a mi experimento de dos semanas. No prometo ir en bici todos los días, pero lo voy a intentar. Básicamente estoy estudiando un conjunto de variables para determinar qué tan factible es que lo siga haciendo permanentemente. Es decir, cuánto me tardo, qué tan difícil es lidiar con los carros y motorizados, qué tan fuerte es el fastidio de los comentarios y “piropos”, si lo puedo hacer con el morral lleno, qué hago con la bici en la facultad, cómo hago con la lluvia, qué tan cansada llego, cosas por el estilo.


Iré contando cómo me va, deséenme suerte!

Para ver los comentarios de los primeros días, vayan al siguiente post: #ALaUniEnBici Primeros dias