Advertencia:
Esto no tiene nada que ver con comida y será extenso.
Desde hace
un tiempo para acá he estado un poco obsesionada con las bicicletas. Nunca
monté mucha bici cuando era pequeña, y seamos sinceros, nunca he sido una
persona particularmente atlética. Pero igual me encanta la idea de montar bici
por toda la ciudad. Por un lado es porque estoy harta de los carros. Los carros
contaminan, son ineficientes y son un eterno dolor de cabeza: que no hay, que
si hay pero no hay repuestos, el seguro, los motorizados, los malandros.
Gracias pero no gracias. Por otro lado el sistema de transporte público deja
mucho que desear, así que ¿por qué no una bici? No soy ingenua, obviamente no
es una solución para todo el mundo, ni siquiera en mi caso me sirve todo el
tiempo. Pero me toca hacer el experimento, ¿no?
Para aclarar
algo, no estoy hablando de montar bici los domingos, o de hacer bicicross o
alguna de esas cosas suicidas. Estoy hablando de ciclismo urbano. Hay mucha
gente que sabe mucho más de esto que yo, y les recomiendo por ejemplo leer
sobre los chicos de CicloGuerrilla Urbana y BiciMamis. Están en Facebook y
Twitter, valen la pena. No he tenido ningún contacto con ninguno de ellos pero
veo lo que postean y seguramente algún día me atreveré a ir a alguna de sus
rodadas. (Por ahora estoy trabajando en el ciclismo, no mis deficiencias
sociales thankyouverymuch.)
Volviendo al
tema, el ciclismo urbano. Claramente Caracas no es una ciudad diseñada para los
ciclistas. Estamos bastante atrasados en el tema, incluso comparados con
Bogotá, Buenos Aires y otros por aquí más cercanos. Por un lado me imagino que
es tema de costumbre, el precio del petróleo y eso. Por otro lado la topografía
no nos ayuda pero ni un poquito. Si le agregamos a eso las fallas en vialidad,
falta de ciclovías, inseguridad, imposibilidad de llevar bicicletas en el
transporte público, etc. no es sorpresa que no estemos a la vanguardia. Pero
hay razones obvias de más en contra de andar en bici, ¿qué pasa con las razones
a favor? También hay varias. Cuidar el ambiente por un lado, es impresionante
la cantidad de carros que van por Caracas con una sola persona, si podemos
sacar unos cuantos carros de las calles, ¿no vale la pena intentarlo? Por otro
lado tenemos eso de que es infinitamente más saludable andar en bici que andar
sentado en un carro. También he leído por ahí que muchos trayectos en Caracas
son de pocos kilómetros y a esas distancias es mucho más rápido llegar en
bicicleta debido al tráfico. EL TRÁFICO! La congestión en el Metro! Vamos a
estar claros señores, Caracas no puede con nosotros tanto como nosotros no
podemos con ella. Es hora de buscar soluciones alternativas. Pero más allá de
todas las razones lógicas, hay una un poco personal que no sé describir bien.
Es como no dejar que la ciudad te gane. No dejar que la inseguridad, los
motorizados, el sexismo y toda la porquería que uno vive en la calle te obligue
a encerrarte en tu casa, yendo de un lugar a otro en tu carro tratando de
interactuar lo menos posible con el mundo. El miedo a la ciudad nos encierra, y
no se puede vivir así. Entonces un poco el tema de la bicicleta para mí es no
encerrarme, no dejar que la ciudad me limite tanto, no dejar que el miedo no me
deje vivir. Y si se preguntan por qué Sofía hace tanto ruido por un paseo de 20
minutos, es por eso.
De nuevo, no
es la solución para todo el mundo, pero creo que poco a poco podemos hacer
buenos avances. Ya hay algunos: el plan Caracas Rueda Libre, los colectivos
como los que ya mencioné, etc. Básicamente el hecho de que cada vez más
personas usen la bicicleta como medio de transporte urbano hace que la ciudad
se vaya adaptando. Mientras más ciclistas haya en la calle, no sólo haciendo
ejercicio sino personas normales en su vida diaria, mejor será la
infraestructura que los acomode. Cuando los conductores se acostumbren a ver
ciclistas compartiendo la calle con carros y motos será mejor y más seguro el
trayecto para todos. En fin, es como mi sueño poder no depender de los carros,
al menos en mí día a día. Y como con todos los sueños hay que empezar pequeño, por
eso estoy haciendo este experimento. Si fuera una tesis se llamaría algo así
como “Estudio y evaluación de riesgos para la implementación de la bicicleta
como medio de transporte en la vida diaria de Sofia”. Como no es una tesis, lo
llamaré #ALaUniEnBici en honor a #AlTrabajoEnBici que hacen los viernes.
Lo primero
es que mis trayectos de lunes a viernes son simples: Casa – UCV – Casa. Hay
algunos trayectos al IVIC pero como no tiene sentido subir la Panamericana en
bicicleta voy a seguir dependiendo de mi papá, Nelson y los carritos de Plaza
Venezuela para esos.
Tengo la
buena suerte de vivir realmente muy cerca de la universidad, y la doble suerte
de que justamente la ciclovía que acaban de inaugurar es una gran parte de mi
recorrido. La única dificultad real es que de venida tengo una subida que por
ahora está fuera de mi alcance. Las pocas veces que lo he hecho (Ok, las dos
veces) me he tenido que bajar y subir mi bici a pie, pero espero que algún día
lo logre.
Me compré la
bici en junio, y empecé a montar poco a poco. No me atrevía a ir por la calle,
entonces montaba los domingos por las vías cerradas y durante la semana en Los
Próceres. No duré mucho porque me enfermé y no pude hacer ejercicio por un
rato. En agosto fui a Londres y estaba decidida a usar una “Boris Bike”, las
bicicletas que se alquilan. Me daba pánico porque encima de todos los miedos
que tengo aquí, estaba el hecho de que no conocía muy bien las rutas y que
seguramente rompía como mil leyes y me multarían aproximadamente un billón de
libras. Finalmente mi prima me animó y un día me regresé a la casa con ella. No
estuvo mal, aunque era como cargar un letrero en la espalda que decía
“TURISTA”. Al día siguiente me armé de valor y lo volví a hacer yo sola. Pasé
un buen rato investigando mi ruta y fui al mercado yo solita. Fue casi media
hora y casi me muero porque no estaba totalmente curada, pero detalles…
Ahora que
volví a Caracas decidí empezar a montar en serio. El último empujón que
necesitaba era que Nelson se fue a Francia (again) por dos semanas, dejándome
desamparada y sin cola a la universidad todos los días. Para ser totalmente
sinceros si estuviera aquí tampoco me podría dar la cola a ningún lado porque
el carro está accidentado. ¿Ven lo que digo de los carros? El punto es que
tomar la decisión de ir en bicicleta a la universidad cuando él también va para
allá en carro es como difícil. Pero es mucho más fácil cuando tu otra opción es
caminar o agarrar un autobús. Ok confieso que mis papás me dan la cola muchas
veces pero vamos a ignorar ese detalle por el bien de la historia.
Todo esto me
trae a mi experimento de dos semanas. No prometo ir en bici todos los días,
pero lo voy a intentar. Básicamente estoy estudiando un conjunto de variables
para determinar qué tan factible es que lo siga haciendo permanentemente. Es
decir, cuánto me tardo, qué tan difícil es lidiar con los carros y motorizados,
qué tan fuerte es el fastidio de los comentarios y “piropos”, si lo puedo hacer
con el morral lleno, qué hago con la bici en la facultad, cómo hago con la
lluvia, qué tan cansada llego, cosas por el estilo.
Iré contando
cómo me va, deséenme suerte!
Para ver los comentarios de los primeros días, vayan al siguiente post: #ALaUniEnBici Primeros dias
Para ver los comentarios de los primeros días, vayan al siguiente post: #ALaUniEnBici Primeros dias
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